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ĀæSe siente frustrado? Deje que la Biblia le de respuestas.

 

 

Job 21. VersĆ­culos 1 al 16

Job afirma que los malos prosperan

21 Entonces respondió Job, y dijo:

2 OĆ­d atentamente mi palabra,

Y sea esto el consuelo que me deis.

3 Toleradme, y yo hablarƩ;

Y despuƩs que haya hablado, escarneced.

4 ĀæAcaso me quejo yo de algĆŗn hombre?

¿Y por qué no se ha de angustiar mi espíritu?

5 Miradme, y espantaos,

Y poned la mano sobre la boca.

6 Aun yo mismo, cuando me acuerdo, me asombro,

Y el temblor estremece mi carne.

7 ¿Por qué viven los impíos,

Y se envejecen, y aun crecen en riquezas?

8 Su descendencia se robustece a su vista,

Y sus renuevos estƔn delante de sus ojos.

9 Sus casas estƔn a salvo de temor,

Ni viene azote de Dios sobre ellos.

10 Sus toros engendran, y no fallan;

Paren sus vacas, y no malogran su crĆ­a.

11 Salen sus pequeƱuelos como manada,

Y sus hijos andan saltando.

12 Al son de tamboril y de cĆ­tara saltan,

Y se regocijan al son de la flauta.

13 Pasan sus dĆ­as en prosperidad,

Y en paz descienden al Seol.

14 Dicen, pues, a Dios: ApƔrtate de nosotros,

Porque no queremos el conocimiento de tus caminos.

15 ¿Quién es el Todopoderoso, para que le sirvamos?

¿Y de qué nos aprovecharÔ que oremos a él?

16 He aquĆ­ que su bien no estĆ” en mano de ellos;

El consejo de los impƭos lejos estƩ de mƭ.

 

 

 

 

Job 24. VersĆ­culos 1 al 17

Job se queja de que Dios es indiferente ante la maldad

24 Puesto que no son ocultos los tiempos al Todopoderoso,

¿Por qué los que le conocen no ven sus días?

2 Traspasan los linderos,

Roban los ganados, y los apacientan.

3 Se llevan el asno de los huƩrfanos,

Y toman en prenda el buey de la viuda.

4 Hacen apartar del camino a los menesterosos,

Y todos los pobres de la tierra se esconden.

5 He aquĆ­, como asnos monteses en el desierto,

Salen a su obra madrugando para robar;

El desierto es mantenimiento de sus hijos.

6 En el campo siegan su pasto,

Y los impƭos vendimian la viƱa ajena.

7 Al desnudo hacen dormir sin ropa,

Sin tener cobertura contra el frĆ­o.

8 Con las lluvias de los montes se mojan,

Y abrazan las peƱas por falta de abrigo.

9 Quitan el pecho a los huƩrfanos,

Y de sobre el pobre toman la prenda.

10 Al desnudo hacen andar sin vestido,

Y a los hambrientos quitan las gavillas.

11 Dentro de sus paredes exprimen el aceite,

Pisan los lagares, y mueren de sed.

12 Desde la ciudad gimen los moribundos,

Y claman las almas de los heridos de muerte,

Pero Dios no atiende su oración.

13 Ellos son los que, rebeldes a la luz,

Nunca conocieron sus caminos,

Ni estuvieron en sus veredas.

14 A la luz se levanta el matador; mata al pobre y al necesitado,

Y de noche es como ladrón.

15 El ojo del adĆŗltero estĆ” aguardando la noche,

Diciendo: No me verĆ” nadie;Y esconde su rostro.

16 En las tinieblas minan las casas

Que de dƭa para sƭ seƱalaron;

No conocen la luz.

17 Porque la maƱana es para todos ellos como sombra de muerte;

Si son conocidos, terrores de sombra de muerte los toman.

 

 

 

Job 36. VersĆ­culos 1 al 26

EliĆŗ exalta la grandeza de Dios

 

36 Añadió Eliú y dijo:

2 EspƩrame un poco, y te enseƱarƩ;

Porque todavĆ­a tengo razones en defensa de Dios.

3 TomarƩ mi saber desde lejos,

Y atribuirƩ justicia a mi Hacedor.

4 Porque de cierto no son mentira mis palabras;

Contigo estĆ” el que es Ć­ntegro en sus conceptos.

5 He aquĆ­ que Dios es grande, pero no desestima a nadie;

Es poderoso en fuerza de sabidurĆ­a.

6 No otorgarĆ” vida al impĆ­o,

Pero a los afligidos darĆ” su derecho.

7 No apartarĆ” de los justos sus ojos;

Antes bien con los reyes los pondrĆ” en trono para siempre,

Y serƔn exaltados.

8 Y si estuvieren prendidos en grillos,

Y aprisionados en las cuerdas de aflicción,

9 El les darĆ” a conocer la obra de ellos,

Y que prevalecieron sus rebeliones.

10 Despierta ademÔs el oído de ellos para la corrección,

Y les dice que se conviertan de la iniquidad.

11 Si oyeren, y le sirvieren,

AcabarƔn sus dƭas en bienestar,

Y sus aƱos en dicha.

12 Pero si no oyeren, serƔn pasados a espada,

Y perecerƔn sin sabidurƭa.

13 Mas los hipócritas de corazón atesoran para sí la ira,

Y no clamarƔn cuando Ʃl los atare.

14 FallecerĆ” el alma de ellos en su juventud,

Y su vida entre los sodomitas.

15 Al pobre librarĆ” de su pobreza,

Y en la aflicción despertarÔ su oído.

16 Asimismo te apartarĆ” de la boca de la angustia

A lugar espacioso, libre de todo apuro,

Y te prepararĆ” mesa llena de grosura.

17 Mas tĆŗ has llenado el juicio del impĆ­o,

En vez de sustentar el juicio y la justicia.

18 Por lo cual teme, no sea que en su ira te quite con golpe,

El cual no puedas apartar de ti con gran rescate.

19 ¿HarÔ él estima de tus riquezas, del oro,

O de todas las fuerzas del poder?

20 No anheles la noche,

En que los pueblos desaparecen de su lugar.

21 GuƔrdate, no te vuelvas a la iniquidad;

Pues ésta escogiste mÔs bien que la aflicción.

22 He aquĆ­ que Dios es excelso en su poder;

¿Qué enseñador semejante a él?

23 ¿Quién le ha prescrito su camino?

¿Y quién le dirÔ: Has hecho mal?

24 AcuƩrdate de engrandecer su obra,

La cual contemplan los hombres.

25 Los hombres todos la ven;

La mira el hombre de lejos.

26 He aquĆ­, Dios es grande, y nosotros no le conocemos,

Ni se puede seguir la huella de sus aƱos.

 

 

 

 

Mateo 7. VersĆ­culos 13 y 14

La puerta estrecha

 

13 Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella;

14 porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.

 

 

 

 

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